
Concepto de
violencia de género




La Asamblea General de la ONU, reunida el 20 de diciembre de 1993, estableció que la violencia contra la mujer o violencia de género es: «... todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga lugar o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como la amenaza de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.»
La intervención con parejas y familias en las que se produce violencia de género ha sido y sigue siendo una de las señas de identidad de este enfoque, denominado con frecuencia “terapia familiar sistémica”. Los primeros modelos de terapia sistémica marcaron claramente la importancia de este encuadre terapéutico y de la figura del terapeuta como líder del cambio, interviniendo sobre las interacciones disfuncionales. Cuando es persistente la violencia de género no es aconsejable que los miembros de la pareja o familiares acudan juntos a la terapia.
En este sentido, Price y Arias identifican dos tipos de hombres, uno que utiliza la violencia según sus creencias y valores personales, y otro para el cual la violencia es una consecuencia de su intolerancia a la frustración y de sus inadecuadas habilidades de afrontamiento. Esta distinción se corresponde con otras descritas como el maltratador crónico o maltratador propiamente dicho frente al esporádico, cuyo objetivo es controlar, humillar o intimidar a otras personas y que siempre incluye maltrato psicológico. Para el maltratador ocasional la violencia física no constituye un patrón sistemático de violencia a través del cual conseguir el propósito general referido, sino como respuesta a situaciones conflictivas particulares (Price J, Arias I, 1994).
El aprendizaje por observación de la violencia de género implica la adquisición de habilidades, estrategias y creencias por medio de la observación de otras personas. Este aprendizaje comprende la imitación, pero no está limitado a ella. Lo que se aprende no es exactamente una copia del modelo, sino más bien una forma o estrategia general que los observadores suelen aplicar de manera creativa.
Nosotras hemos desarrollado pautas de conducta que permiten una programación neurolingüística de comportamientos, pensamientos y formas de entender la realidad y su contexto de forma no violenta.